Los profesores Israel Finkelstein y Yigal Yadin encontraron un nivel de destrucción correspondiente al año 760 a.C”, el mismo período asignado a los escritos de los profetas de la Biblia.
ISRAEL. – La relación entre fe y ciencia nunca ha sido un problema para los científicos comprometidos con la verdad de los hechos. Esto, porque cuanto más conocimiento es adquirido, más los descubrimientos, confirman los relatos de la Biblia para luego ser demostrados científicamente, contra los que niegan la verdad de la revelación de Dios a la humanidad.
Recientemente, se agregaron algunos datos al enorme banco de informaciones disponibles en favor de la fe judeo-cristiana, esta vez, fundamentando relatos contenidos en el Antiguo Testamento.
Estos datos parten de un artículo titulado: “Comprobación de los hechos del libro de Amos”, escrito por Ruth Schuster, donde cuenta con científicos de investigación que confirman el hecho de los terremotos mencionados en los libros de Amos y Zacarías.
Según Ruth, “descubrimientos hechos en una excavación en Hazor por los profesores Israel Finkelstein y Yigal Yadin encontraron un nivel de destrucción correspondiente al año 760 a.C”, es decir, el mismo período asignado a los escritos de los profetas de la Biblia
“En otra excavación en Lachish, David Ussishkin encontró un nivel de destrucción de la misma época. El pedazo de tierra también tiene una capa similar que data de mediados del octavo siglo a.C.”, añade Ruth, que es bióloga, formada por la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El relato en el libro de Zacarías es preciso: “Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos”, Zacarías 14: 5.
En el verso 4 del mismo capítulo de la Biblia el profeta llega a decir que el Monte de los Olivos fue “dividido en dos mitades por un valle muy grande, de modo que una mitad se movió hacia el norte. y el otro para el sur”, indicando el tamaño del terremoto, que, según los expertos, debe haber sido de 8,2 en la escala Richter.
“Este evento de magnitud 8 de 750 a.C. parece ser el más grande ya documentado en la zona de falla de transformación del Mar Muerto durante los últimos cuatro milenios”, explicó el profesor de Geología Creacionista, el Dr. Steven A. Austin.
Según el artículo de Ruth, los científicos Kate Raphael y Amotz Agnon concluyeron que al menos 11 terremotos ocurrieron en la época y región descrita por los profetas bíblicos. Sin embargo, debido a la magnitud, sólo el más fuerte fue relatado en la Biblia.
Las investigaciones se realizaron mediante la utilización del método de datación carbono-14, usando materiales orgánicos cosechados en las profundidades del Mar Muerto.
Fuente: Haaretz
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